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La Importancia del Compañerismo en el Discipulado

El discipulado, como el nombre mismo dice es tener un discípulo al lado. O sea, caminar en compañerismo. El discipulado es compañerismo, y por lo tanto el discipulador no retiene sus experiencias y conocimientos para sí mismo. No es un ermitaño, solitario; no busca sus propios intereses; ni vive en soberbia. Es alguien que enseña, un incansable guía; y está siempre listo para formar.

El compañerismo es la acción de estar con el compañero. No es estar con alguien superficialmente. Muchos pueden estar con alguien solo por estar, pero no necesariamente va a existir entre ambos compañerismo.
Todos los que pasan por el Jordán tienen lo sobrenatural respaldando su ministerio. En el río Jordán es cuando Elías toma la capa, golpea sobre las aguas, y estas se abren y él es tomado en un remolino y llevado al cielo en un carro de fuego (2 Reyes 2:11). Del otro lado hay muchos profetas, mas quien está con Elías es Eliseo.

Todos los demás profetas vieron lo que aconteció, sin embargo fue Eliseo quien recibió la capa, pues estaba cerca de su discipulador. Con la capa en sus manos Eliseo hace lo mismo que Elías: Golpea las aguas y estas se abren.

Para que se repita e incluso se mejore lo que el líder ha enseñado es necesario que haya convivencia y compañerismo. Nadie repite una escena que no vio, y en donde no estuvo presente.

Todos los profetas quedaron en la duda si realmente Elías había sido arrebatado o no, y  llegaron hasta donde estaba  Eliseo para decirle que buscara a Elías. Eliseo les dijo que no, pero ellos buscaron por tres días y no le encontraron.

¿Qué tipo de discípulo quieres ser para tu líder? ¿Y si ya eres líder, qué tipo de discípulos quieres levantar? Si quieres engendrar discípulos que sean capaces de repetir los mismos actos soberanos de Dios en su vida, llévalos más cerca de ti, y por otro lado, si como discípulo quieres alcanzar cosas grandes debes acercarte a tu líder y aprender lo que más puedas.

El discipulador no debe tener las puertas de su casa cerrada, viviendo en el individualismo, como ermitaño. Es verdad que tiene un tiempo de estar con la familia a solas y su privacidad. Pero es necesario organizar ese tiempo y los discípulos que son compañeros, respetarán y comprenderán, pues son amigos. Ahora, jamás aprenderán si no abres tu casa para ellos, y si no vas a la casa de ellos, si no se comparte la vida y un tiempo de calidad con ellos.

En la historia de Eliseo, podemos ver que la Biblia relata 14 milagros después que él experimentó lo sobrenatural. Sin embargo, para alcanzar los milagros es necesario observar algunas situaciones con relación al discipulado.

1. Mantener un lenguaje adecuado y la actitud correcta para ver y tener la doble unción.

Todos los profetas sabían que Elías sería arrebatado. Eliseo estaba poniendo atención, mas los otros profetas estaban comentando los hechos. Pero, detenerse para comentar los hechos para Eliseo era una pérdida de tiempo.

¡Cuántos discípulos comentan lo que todos ya saben! Y muchas veces el comentario se convierte en un chisme. Debes hablar lo que es legítimo, es cierto que muchas cosas suceden alrededor, pero muchas veces el comentario está fuera de tiempo, fuera de dirección; y eso no nos llevará a ningún lugar.

Eliseo decidió no ser un simple comentarista, y tomó la posición de observar y aprender, demostrando prudencia y firmeza. En el discipulado, debemos estar firmes en los propósitos. No te distraigas por comentarios que son una pérdida de tiempo.

2. Respaldar y ayudar a nuestros líderes para alcanzar cosas mayores.

Elías fue un hombre que realizo milagros y Eliseo recibió el manto y la doble porción de ese poder. Si Eliseo hubiese estado preocupado por aparentar una falsa humildad, no habría agarrado la capa, pues él dejó de lado la crítica. Eliseo se mantuvo incontaminado, perseverando al lado de Elías y respaldando su  unción para hacer cosas mayores.

Dios necesita que nuestro “YO” muera, pues ese cuidado que tenemos con nosotros mismos, con nuestra imagen, el que dirán, los temores, la verguenza, todo eso ya fue a la cruz hace mucho tiempo. Tu nueva imagen es la de Cristo y es en esa imagen que debes vivir y avanzar.

Es tiempo de dejar nuestras limitaciones y atrevernos a avanzar.

Eliseo entró en lo sobrenatural de tal forma que la Palabra relata maravillas de sus milagros (II Reyes 2:1-25; 3; 4; 5; 6; 7)

Por ejemplo:

. Las aguas de Jericó se tornaron sanas

. Profecía de victoria para Moab

. Multiplicación del aceite de la viuda

. Profetizó un hijo para la sunamita

. Resucitó el hijo de la sunamita

. La muerte en la olla – vida en el alimento

. Multiplicación de los panes

. Sanidad de la lepra de Naamán

. El hacha que flota

. Visión de la provisión de Israel cuando estaba sitiado en Samaria

Todo esto ocurrió porque Eliseo fue fiel al plan que Dios tenia para Él, anheló esa unción, quiso ver los frutos y se esforzó para alcanzarlos, de tal manera que a pesar de que Elías iba de un lugar a otro, él lo persiguió, le ayudó y estuvo a su lado.

La fidelidad, muchas veces, nos cuesta la vida. La Palabra nos instruye; “sé fiel hasta la muerte…” Apoc. 2:10. Para que el discípulo sea fiel a Dios y a los que han sido puestos sobre él, necesita morir a sí mismo. El orgullo y la pereza, la mediocridad, y todo lo carnal en la vida de Eliseo tuvieron que morir para que él pueda alcanzar el manto de la doble porción de la unción.

Dios nos levante y nos una, preparándonos para el gran avivamiento que vendrá sobre nuestras iglesias, ciudades y naciones. Que podamos ser líderes y discípulos conforme al corazón de Dios.

 

Engendrando Discípulos

Pr. Osvaldo Carnival

BASADO EN: Juan 17:6

Introducción:

A uno le gustaría que los hijos estuvieran siempre, pero los buenos padres quieren que sus hijos crezcan. Los buenos padres se interesan en que sus hijos sean grandes hombres, mujeres de bien, hombres y mujeres de Dios. Pero para esto tenemos que pagar un precio, desprendiéndonos de ellos. De la misma manera pasa espiritualmente. Tener discípulos no es sólo tener niños, sino anhelar que esos niños puedan crecer, discípulos para convertirse en grandes líderes, que Dios los pueda usar mucho más que a nosotros mismos. Si él crece, yo crezco, y mi gozo es mayor.
El vs. 4 de la oración de Jesús dice: «He acabado la obra que me diste que hiciese«.

Debo concentrarme en la tarea
Que podamos decirle al Padre, «He acabado la obra que me diste para hacer», para esto debo concentrarme. Uno de los errores que muchas veces cometemos es comenzar a hacer muchas cosas a la vez y no terminarlas. Empezar a leer un libro y no terminar.
Jesús dice «yo vine para algo, completé la obra, y Padre te doy gracias porque he acabado la obra que me diste«. Si Dios te ha dado algo para hacer, termínalo.
Y esto se desarrolla a través de un habito, no sólo en nuestra vida cristiana, sino también en la vida secular. Cuántos son los que comienzan algo y nunca lo terminan. Cuando llegamos a Cristo lo trasladamos, necesitamos hacer de esto un hábito de nuestra personalidad, lo que comienzo debo terminarlo, con esfuerzo, con sacrificio, pero debo terminarlo. Esto genera un hábito en nuestra vida, que cuando lo trasladamos a las cosas serias de la vida se vuelve a repetir la misma conducta.
Jn. 4:34 dice: «Yo tengo otra comida, hacer la voluntad del que me envió, y que acabe su obra«.
Yo tengo prioridades. El Señor tenía un orden en su vida. Todo el que quiera terminar lo que empieza debe tener un orden inalterable de prioridades en su vida. (Jn. 17:6).

I – CÓMO SE ENGENDRAN DISCÍPULOS (v. 6)

El primer elemento es que las vidas son de Dios. Él tiene derecho de creación, de redención porque nos a redimido, y tiene derecho de elección porque él nos ha elegido.
Es decir todo esto nos confirma que Dios tiene derecho y por eso las almas son de Él, pero Jesús dice: «Pero tú me los diste…». Esto es una revelación espiritual. Las almas son de Dios pero Él nos las da.
Jesús pasó una noche pidiéndole los discípulos al Padre, quiere decir que Él le dice: «Tuyos eran pero tú me los diste, porque yo te los pedí«. Quiere decir que si quiero tener discípulos tengo que pedírselos a Dios. Este es el primer paso.

Ana no tenía hijos y le pidió al Señor y él le dio a Samuel (significa hijo pedido), Saúl (significa hijo), los discípulos también se deben de pedir.
Jesús sabía que las almas y los discípulos eran del Padre, «tuyo son…«, tú me las diste… nunca me voy a olvidar que tuyos son.
Las almas son de Dios, los discípulos son de Dios… aunque él dice tú me las diste, esto no significa que fueron enajenadas del Padre, sino saber para que Dios me da los discípulos, los hijos.
Para que voy a ser discípulo, no eran enajenadas del Padre, sino que Jesús sabía que el Padre se los dio para que él las haga todavía mas del Padre.
Jesús sabía, el Padre me las dio para que yo las haga mas de él todavía. No para que yo piense que me pertenecen a mí, tu me los diste, pero nunca te olvides que son de Dios…
Cómo yo voy a ganar los discípulos (v.6). Primero pidiéndoselo a Dios, ¿de dónde van a venir? Del mundo, no de la célula de mi hermano, no es ir a pescar en la célula de mi hermano. «Se te ve medio caído: ¿tu líder te llama? Me parece que estás como una ovejita desamparada, si estuvieras conmigo eso no te ocurriría. Debemos de guardarnos, el Señor dice: «del mundo me los diste». ¿Dónde vamos a alcanzar, de dónde nos va a dar los discípulos? Primero me los va a da espiritualmente en oración, segundo me los va a dar del mundo, de mis relaciones cotidianas, no hay mejor manera de poder ganar las almas, sino a través de la evangelización personal.

II – CÓMO DESARROLLAR DISCÍPULOS PARA QUE SEAN GRANDES LÍDERES

¿Qué hizo el Señor una vez que ya los tuvo?
v.8 Lo primero que hace:
Les da la palabra, ¿Cómo los forma?, a través de la ministración de la palabra.

Lo segundo:
Los cubrió en oración, orar por cada uno de ellos, tener una lista y orar por él… por su problema y sus necesidades, esto implica conocer sus  necesidades a través de una relación con ellos. (v.9).

Que aun en la prueba o en la lucha, en la tentación el Espíritu Santo venga a ellos.
La primera oración que hizo Jesús es para que sean uno, esto es tan interesante cuando tenemos discípulos se empiezan a pelear entre ellos, quien está mas con el padre, oro para que ellos sean un equipo, solo uno (v.11).
En segundo lugar oró para que sean guardados. Orar para guardar a nuestra gente de resentimientos, malos entendidos, rencores, heridas, el Señor tenía un equipo de doce y cuenta la Biblia que Judas abrió su corazón a Satanás y que Satanás entró al corazón de Judas. Entonces el Señor ora y dice: «Señor, guárdalos en tu nombre, en tu verdad» (v.12).
En tercer lugar oro para que vivan en Santidad (v.17).

III – CÓMO CONVERTIR LOS DISCÍPULOS EN LÍDERES

Primero enviándolos, cuando los envió les estoy dando oportunidad, el Señor los envió de dos en dos, son muy nuevitos (v. 18). El Señor los envió, vayan, sanen a los enfermos, les dio las pautas en Lucas 10, vayan, yo los espero al regresar. El Señor le dio oportunidades, le dio chances, ganas de poder crecer, son aquellos que los reconocen.
En segundo lugar tenía la seguridad que ellos iban a dar fruto (v.20). Ahora el Señor cree que la obra que él hizo ahora la van a ser sus discípulos, el Señor confiaba en su gente, que van a ser fieles, le van a salir bien.
Esto es decisivo, que nosotros podamos creer en nuestros hijos, empujarlos y decirles te va a ir bien.

Comienza a ganar personas y hacer discípulos para Cristo, Él ha prometido estar contigo hasta el fin del mundo.

extraído de www.catedraldelafe.org

Aprende a Dominarte a Tí mismo

Cuán importante es aprender a utilizar el dominio propio, una cualidad que todos tenemos pero que no todos ejercitan. ¿Cuántas veces hemos hecho cosas que no debíamos, solo por seguir los impulsos que sentimos?, muchas veces hemos cometido errores simplemente porque no nos sentimos lo suficientemente fuertes como para decir que no, o que sí, en determinadas situaciones.

La biblia dice que «más vale dominarse a sí mismo que conquistar ciudades» (Pr. 16:32 nvi). Esto nos da a entender la gran importancia de aprender a controlarnos, a dirigir nuestra vida y auto-gobernarnos bajo la dirección del Espíritu de Dios. Quien no pueda controlarse a sí mismo, muy difícilmente podrá guiar a otras personas o alcanzar sus sueños de la manera correcta.

Lo bueno de todo esto es que Dios te ha dado lo que necesitas para esto: «Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez (cobardía), sino de poder, de amor, y de dominio propio» (2 Tim 1:7).

Solo tenemos que practicar, tomar decisiones y recuperar el dominio propio. Los dejo con un Podcast que puede aclarar aún más este tema.

Podcast de: Lunaches

LA LUCHA DE LA CONSOLIDACIÓN

Id y haced discípulos a las naciones es una tarea que todo cristiano tiene en la vida, nadie conoce al Señor  solamente para ser su hijo y aprender de él, la salvación es un tremendo regalo de Dios, pero involucra también que nos preparemos con el propósito de ser enviados para llevar  la palabra y el amor de Dios a los demás, en todo lugar y en todo tiempo.

Es aquí cuando comenzamos a activarnos, a clamar por las almas, a interceder por las personas y a predicar la palabra de Dios, al realizar esto indudablemente comenzaremos a ver los frutos; cada vez que alguien se propone en su corazón predicar el evangelio de Dios y ganar almas, vera el respaldo de Dios sobre su vida y las personas comenzarán a abrir su corazón a Dios. Sin embargo este es solo uno de los pasos, y es el comienzo de un arduo trabajo que todo aquel que hace discípulos necesariamente vivirá.

El proceso no termina al ganar a una persona para Jesús, a pesar de todo lo que nos haya costado ganarla. Si termináramos ahí nuestra tarea, sería como dar a luz a un hijo y dejarlo tirado durante las primeras horas de vida, aquello sería una tremenda irresponsabilidad de nuestra parte, y como padres espirituales no lo podemos permitir.

Cuando un alma se acerca a Dios y tenemos la responsabilidad de enseñarle a dar los primeros pasos en su vida cristiana es cuando comenzamos a vivir una tremenda responsabilidad, y cuando el enemigo tratará de hacer volver atrás a aquella persona.

Es aquí cuando la gente mas necesita de un apoyo, de alguien que le enseñe a orar, a acercarse a Dios, a leer la palabra; de hermanos y de padres que no le hagan sentir solo, sino acogido en una nueva familia que lo ama. Todos somos parte del proceso de consolidación de una persona, no solamente un líder asignado a aquello, es necesario que todos oren por el nuevo creyente, que le hablen de Dios y lo animen a seguir adelante a pesar de que muchas veces las circunstancias que se presentarán en la vida de aquella persona no serán las mejores.

Es triste ver como muchas veces no se le presta mayor importancia a las personas que llegan a nuestros grupos juveniles, y se cree que ellos crecerán solos, muchas veces no se trabaja arduamente en la consolidación, y esto es un gran error. La palabra de Dios dice que un alma vale mas que todos los tesoros de este mundo y debemos verlas del modo en que Jesús las ve, con tanto amor que estuvo dispuesto a sacrificarse por ellas. La consolidación requiere un esfuerzo, un sacrificio de nuestra parte; llamadas, oraciones, visitar, clamar por que crezcan en Dios, orar para que sean totalmente libres y sanos y adquieran el carácter de Cristo deben ser nuestros objetivos.

Pablo dijo: “Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros” (Gá. 4:19).

No podemos perder nuestro tiempo, lo más importante es la salvación y crecimiento de las almas y Dios nos ha escogido como instrumentos suyos para formarlas y edificar sus vidas, es un alto honor servir a Jesús, y ser sus colaboradores.

Al ganar un alma comenzará la lucha de la consolidación, pero recuerda que es una tarea sobrenatural y Dios es quien da el crecimiento en las vidas, no será con tus fuerzas, pero debemos movernos, clamar a Dios y hacer todo aquello que debamos hacer y el Espíritu Santo se encargará de hacer aquella obra sobrenatural.

ESCRITO POR: Jonatan Villagrán